“¿Quién me llama?”
“¿Papi,
mami, Dios, la Iglesia, los pobres, los que sufren, los presos, los
hambrientos, los inmigrantes, los desesperados, los sedientos, los enfermos,
los que lloran, los tristes, los desamparados, los jóvenes, los niños…?”
"Te llaman los que nadie quiere."
“Si
tu les quieres, entonces, te estoy llamando.” “¿Quieres compartir conmigo el
amor que está en tu gran corazón? ¡Puedes! ¡Quieres! ¡Te atreves! ¡Te
arriesgas!” “No irás solo, yo Jesús, con mi cruz, te acompañaré.” Jesús, nos
llama a cada uno por nuestro nombre para convivir con Él y enviarnos a
continuar su misión de sanar la humanidad herida por la maldad. Así llama Dios:
por la voz de sus hijos, por el corazón de los sufridos.
Palabra
de Dios
Marcos
1,16-20: «Mientras caminaba junto al mar de Galilea, vio a Simón y a
Andrés, hermano de Simón, echando las redes en el mar, porque eran pescadores.
Y Jesús les dijo: ‘Síganme, y yo haré que sean pescadores de hombres’. Y
dejando al instante las redes, le siguieron. Yendo un poco más adelante vio a
Santiago, el hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales
estaban también en la barca, remendando las redes. Y al instante los llamó; y
ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron
tras Él.»
Reflexión
En
el evangelio escuchamos la llamada de Jesús "SIGUEME" ¿Es
posible responder con un compromiso para toda la vida, en este mundo que te
ofrece una felicidad a veces vacía y fácil? En nosotros hay un deseo de un
futuro feliz, a veces condicionados por tantos limites, y nos hecha todo abajo
el desanimo para poder afrentar las realidades de cada día.
Buscar un futuro exige "ELEGIR". Algunos ya han dado una respuesta al llamado, otros están en camino, otros tienen temor pero sus dudas se hacen claras orando ante Dios y pidiendo su luz para entender cuál es la voluntad de Dios y se vuelve alegría cuando se ha profundizado en la llamada a seguir.
Feliz el que no se entrega al temor sino que con fortaleza se deja seducir por Cristo. ÉL nos dice no tengas miedo yo conozco a quienes elegí, "tú sígueme". Déjate acoger por Cristo, Él te invita a la libertad de tu respuesta.
Buscar un futuro exige "ELEGIR". Algunos ya han dado una respuesta al llamado, otros están en camino, otros tienen temor pero sus dudas se hacen claras orando ante Dios y pidiendo su luz para entender cuál es la voluntad de Dios y se vuelve alegría cuando se ha profundizado en la llamada a seguir.
Feliz el que no se entrega al temor sino que con fortaleza se deja seducir por Cristo. ÉL nos dice no tengas miedo yo conozco a quienes elegí, "tú sígueme". Déjate acoger por Cristo, Él te invita a la libertad de tu respuesta.
Oración
Señor Jesús, que llamas a
quien quieres.
Llama a muchos de nosotros a trabajar contigo.
Tú que iluminaste con tu palabra a los que llamaste,
ilumínanos con el don de la fe en Ti.
Tú que los sostuviste en las dificultades,
ayúdanos a vencer nuestras dificultades de jóvenes de hoy.
Y si llamas a alguno de nosotros para consagrarlo como tuyo,
que tu amor rodee esta vocación desde su nacimiento
y la haga crecer y perseverar hasta el fin.
Amén
– Beato Juan Pablo II
Llama a muchos de nosotros a trabajar contigo.
Tú que iluminaste con tu palabra a los que llamaste,
ilumínanos con el don de la fe en Ti.
Tú que los sostuviste en las dificultades,
ayúdanos a vencer nuestras dificultades de jóvenes de hoy.
Y si llamas a alguno de nosotros para consagrarlo como tuyo,
que tu amor rodee esta vocación desde su nacimiento
y la haga crecer y perseverar hasta el fin.
Amén
– Beato Juan Pablo II
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